Tres marinos, T. Martin , V. Damone y R. Tamblyn tienen 48 horas de permiso en San Francisco que utilizan, entre muchos enredos y peripecias, para cortejar a sus chicas, A. Miller, J. Powell, y D. Reynolds y salvar de las garras de un mundano empresario a J. Powell que quiere ser artista. La escena final, en la cubierta de un buque de guerra, es el famoso "Hallelujah!" de V. Youmans, cantado por las damiselas y bailado por la maravillosa Ann Miller.