En 1.977 tres científicos se adentraron en las junglas de Indonesia para estudiar aves. Sólo uno de ellos regresó, el doctor timothy darrow. Las autoridades días después encontraron a otro de los miembros de la expedición totalmente descuartizado y prácticamente irreconocible. Los investigadores jamás encontraron los restos de la otra víctima y timothy darrow fue acusado de doble homicidio y hubo sospechas de canibalismo. Timothy darrow defendió su inocencia durante todo el juicio e intentó demostrar que los realmente culpables eran unas criaturas que vivían en la jungla, pero nadie lo creyó. Lo que él dijo parecía ser imposible pero en 2013 se recuperaron cintas originales de las grabaciones de aquel día.