Tras romper con Irene, los amigos de Víctor se empeñan en encontrarle una nueva novia, pero él no quiere olvidarla, incluso cuando aparece Lola. Súbitamente, Irene le llama, nerviosa, y le pide ayuda porque la gente a su alrededor se comporta de modo diferente, como si hubieran perdido sus recuerdos y emociones. Influenciado por las películas y series que han marcado su vida, Víctor no es capaz de ofrecer una explicación racional a lo que está pasando, pero decide convertirse en el héroe que nunca fue para Irene e ir a “rescatarla”, liándolo aún más cuando sus amigos deciden “ayudarle”.